Si eres de esas personas que llegan al trabajo y lo primero en lo que piensan al ver su escritorio invadido por el casos es en salir corriendo, no puedes perderte este post. Vas a descubrir siete consejos indispensables para organizar y decorar tu espacio de trabajo que te permitirán mejorar tu productividad.
Da igual si trabajas en un comercio, en un estudio, en una oficina o en tu propia casa. Estos tips son para ti. Y si todavía no tienes un espacio de trabajo pero estás a punto de darle forma, estas ideas también te van a ayudar.
Toma buena nota y dile adiós al desorden que se ha adueñado de tu zona de trabajo.
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¿Qué beneficios tiene mantener el espacio de trabajo organizado?
No puedes pasarte media mañana buscando ese número de teléfono que anotaste en un post-it o el documento donde escribiste las últimas ideas para tu proyecto. El desorden nos cuesta tiempo y dinero. Cuando todo está en su lugar la energía fluye. Un espacio de trabajo organizado aumenta nuestra productividad, mejora nuestro rendimiento y potencia la concentración.
1. Haz limpieza y acaba con lo innecesario
Para mantener nuestro espacio de trabajo en óptimas condiciones debemos desechar todo aquello que no utilicemos y que solo está ahí para acumular polvo sin ofrecernos ninguna utilidad.
¿Recuerdas esa figurita horrible que te regalo tu tía y que está sobre la estantería pero no tiras por pena? Deshazte de ella ahora. Y repite esa misma acción con todo lo superfluo.
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Mete mano a ese montón de papeles que tienes apilado hace meses, y acaba con esos cajones llenos de tantos cachivaches que parecen la cueva de La Sirenita. Reorganiza notas, documentos, guías, manuales, revistas, post-it, bolígrafos,…
Tira todo lo que no necesites o no valga y archiva todo lo que sea útil.
No olvides tener a mano una papelera en tu día a día mientras trabajas y tira allí todo aquello que ya no te sirva. Es mejor idea que hacer bolitas de papel y dejarlas por encima del escritorio.
2. Organiza tus documentos y útiles
Tras la limpieza llega el momento de organizar. Si se trata de objetos o documentos que utilizas en tu día a día déjalos en cajones, carpetas o clasificadores verticales a los que tengas fácil acceso (te recomedamos los verticales porque de un sólo vistazo te permiten llegar a lo que buscas).
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Si por el contrario se trata de viejos documentos u objetos que has de conservar, almacénalos en archivadores, cajas de cartón, carpetas o cestos. Guárdalos en un lugar más alejado siempre etiquetados para saber qué hay dentro de un sólo vistazo.
3. Establece zonas de trabajo
Tienes que definir qué tipo de actividad vas a llevar a cabo en cada una de las zonas de tu espacio de trabajo.
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Seguramente tienes una zona principal que es tu escritorio. Pero además, dependiendo de la actividad a la que te dediques, puedes tener una mesa de trabajo o espacio de taller.
Asimismo, debes definir una zona de almacenaje de documentos (archivo) y otra de suministro donde tengas los útiles de trabajo que pueden ir desde unas tijeras hasta los tóner de la impresora.
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4. Toca amueblar
El mobiliario es parte fundamental en el espacio de trabajo. Debes proveerte de muebles que se adapten al estilo decorativo que hayas elegido para tu espacio de trabajo que puede ser desde el rústico hasta el minimalista pasando por el más indie hasta el nórdico.
Te aconsejamos los colores sobrios y puedes dar un divertido toque de color con algún complemento para decorar.
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A la hora de elegir los muebles debe primar la practicidad y la comodidad. Ten en cuenta que vas a pasar muchas horas a diario allí. Hazte con una silla ergonómica para que tu espalda no sufra y un tablero de escritorio de la altura necesaria. No te olvides de las estanterías y las baldas. Te ayudarán a tener todo en orden.
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5. Utiliza el espacio de pared
Las paredes de nuestro espacio de trabajo pueden darnos mucho juego. Para aprovecharlas al máximo puedes colgar en ellas paneles de corcho o pizarras. Incluso puedes utilizar pintura magnética o de pizarra para organizar tus esenciales.
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Otra opción son los paneles perforados, la última moda en almacenaje y organización. Los paneles o peg-it-all son muy versátiles y perfectos para colocar todas aquellas herramientas o utensilios que empleamos en nuestra rutina laboral.
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6. No te olvides de los detalles
Sentirte a gusto en tu espacio de trabajo es esencial. Para ello puedes añadir pequeños detalles o complementos decorativos con los que te identifiques, te transmitan positividad y te inspiren.
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Puede ser una emotiva foto, ese bolígrafo tan especial, esa vela perfumada que tanto te gusta, un bote de lápices molón o quizás una frase o mensaje motivador.
No te olvides de las flores y plantas que te ayudan a purificar el ambiente. Si no tienes faceta de jardinero puedes apostar por un cactus. Son fáciles de mantener, tienen beneficios sobre nuestra salud y son tendencia.
7. Mantén tu espacio de trabajo limpio y ordenado
Tal vez la primera vez que apliques estos consejos para organizar y decorar tu espacio de trabajo te lleve un tiempo. Sin embargo, para evitar darte otro atracón en un futuro es mejor que lleves a cabo un trabajo constante y progresivo. Fija un día a la semana y haz limpieza. Lograrás que la suciedad y el desorden se acumulen.
Anímate a poner en práctica estos consejos y cuéntanos el resultado. Si tienes alguna otra idea compártela con nuestros seguidores. ¡Seguro que todos podremos aprender de ella!
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la nota que publicaste me fue demasiado util, voy a aprovecharla y mandarsela a un amigo por fb que estaba buscando lo mismo, muchas gracias por compàrtir la data 😀